Julio León Leiva debió decidir entre perder la voz o la vida debido a agresivo cáncer, pero hoy el Hospital San Camilo le entregó un costoso aparato para volver a hablar

“Yo nunca he fumando ni tomado, pero igual me dio un cáncer a la laringe que me hizo decidir entre perder la voz o la vida” cuenta a través de un parlante con forma de micrófono don Julio León Leiva, vecino de San Felipe que en el año 2014 fue diagnosticado con un severo cáncer a la garganta que lo dejó completamente sin voz y respirando por un hoyo en su cuello. Eso hasta hace dos semanas. 

Y es que este mes el Hospital San Camilo le entregó una laringe electrónica, que es un micrófono parlante que permite transmitir su voz y en la práctica hacerse entender sin mayores complicaciones como las que debía enfrentar hasta ahora, en donde para comunicarse, estaba aprendiendo a hablar desde el estómago, con un esfuerzo que no daba los resultados esperados como sí lo hace este parlante portátil. 

“Este equipo de fabricación alemana tiene un costo superior al millón de pesos, que financió el Hospital San Camilo con el aporte que también entregó la Municipalidad de San Felipe, lo que permite a Don Julio hablar y ser escuchado sin mayores inconvenientes”, aseguró Susan Porras, Directora de la institución. 

Por su parte don Julio asegura que su vida cambió por completo por lo que está muy agradecido de todo el establecimiento y de su personal, “desde la Dra. Carmen Meléndez que me detectó el cáncer, hasta la asistente social y las fonoaudiólogas que me están ayudando a dominar este artefacto con diversos ejercicios”, agregó muy contento de dar a conocer su historia. 

Pese a lo logrado, aún queda camino por recorrer ya que al igual que un menor que comienza su aprendizaje, don Julio ha vuelto a los cuadernos para leer y repetir frases como “pepe saluda a pepa”, “mi mama me mima” y otras similares que le ayudarán a perfeccionar su dicción y en definitiva, aprender a expresarse con claridad y nitidez a través de su nueva laringe electrónica, todo con la atenta ayuda del equipo de fonoaudiología del Hospital San Camilo.

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